Evangelio del día «Entonces, ¿tú eres rey?».

 


Evangelio del día Lectura del santo Evangelio según san Juan 18, 33b-37

En aquel tiempo, Pilato dijo a Jesús:
«¿Eres tú el rey de los judíos?».
Jesús le contestó:
«¿Dices eso por tu cuenta o te lo han dicho otros de mí?».
Pilato replicó:
«¿Acaso soy yo judío? Tu gente y los sumos sacerdotes te han entregado a mí; ¿qué has hecho?».
Jesús le contestó:
«Mi reino no es de este mundo. Si mi reino fuera de este mundo, mi guardia habría luchado para que no cayera en manos de los judíos. Pero mi reino no es de aquí».
Pilato le dijo:
«Entonces, ¿tú eres rey?».
Jesús le contestó:
«Tú lo dices: soy rey. Yo para esto he nacido y para esto he venido al mundo: para dar testimonio de la verdad. Todo el que es de la verdad escucha mi voz».

Palabras del Papa Francisco


“Jesús echa del Templo no a los sacerdotes, a los escribas; echa a estos que hacían negocios, a los especuladores del Templo. Pero los jefes de los sacerdotes y los escribas estaban relacionados con ellos: ¡existía el ‘santo soborno’ allí! Recibían de estos, estaban apegados al dinero y veneraban a este santo. El Evangelio es muy fuerte. Dice: ‘Los jefes de los sacerdotes y los escribas trataban de hacer morir a Jesús y así también los jefes del pueblo’. Lo mismo que había sucedido en el tiempo de Judas Macabeo. ¿Y por qué? Por este motivo: ‘Pero no sabían qué hacer porque todo el pueblo pendía de sus labios para escucharlo’. La fuerza de Jesús era su palabra, su testimonio, su amor. Y donde está Jesús, ¡no hay lugar para la mundanidad, no hay lugar para la corrupción! Y ésta es la lucha de cada uno de nosotros, ésta es la lucha cotidiana de la Iglesia: siempre Jesús, siempre con Jesús, siempre pendientes de sus labios, para escuchar su palabra; y jamás buscar seguridades donde están las cosas de otro patrón. Jesús nos había dicho que no se puede servir a dos patrones: o a Dios o a las riquezas; o a Dios o al poder”.

“Nos hará bien  – dijo el Papa al concluir su homilía – rezar por la Iglesia. Pensar en tantos mártires de hoy que, por no entrar en este espíritu de mundanidad, de pensamiento único, de apostasía, sufren y mueren. ¡Hoy! Hoy –  añadió –  hay más mártires en la Iglesia que en los primeros tiempos. Pensemos. Nos hará bien pensar en ellos. Y también pedir la gracia de no entrar jamás en este proceso de degradación hacia la mundanidad que nos lleva a estar apegados al dinero y al poder”.

Oración


Jesucristo, Rey del Universo, tú eres el rey de reyes, tú eres el rey de mi vida, aunque para proclamarlo te hayan vestido un sayal y puesto en tus manos una caña a modo de cetro, y corona de espinas. ¿Qué importan las apariencias cuando eres testigo de la verdad? Venga a mi vida tu reino, Señor: reino de la verdad y la vida, reino de la santidad y la gracia , reino de la justicia, el amor y la paz.

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