VISITA AL SANTÍSIMO SACRAMENTO EN CASA
VISITA AL SANTÍSIMO SACRAMENTO EN CASA
ORACIÓN
INICIAL:
En
el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.
Santísimo
Cristo, Jesús Sacramentado. Con mucha pena de no ser como Tú quieres que sea y
con muchos deseos de ser como Tú quieres que sea, vengo a tener contigo este
ratito de conversación afectuosa junto a Ti, a los pies de tu Sagrario, donde
has querido quedarte por mí, para Tu mayor gloria, honor de mi Madre Inmaculada
y provecho de mi alma. San José, enséñame a escuchar y a hablar a Jesús.
Bendito y alabado sea el Santísimo
Sacramento del Altar.
Sea por siempre bendito y alabado.
Padrenuestro, Avemaría y Gloria.
(Se repite cinco veces en honor
a las cinco llagas de Nuestro Señor).
ALABANZAS
AL SANTISIMO SACRAMENTO EN REPARACIÓN DE LAS BLASFEMIAS.
Bendito sea Dios.
Bendito sea su Santo Nombre.
Bendito sea Jesucristo, verdadero Dios y
verdadero Hombre.
Bendito sea el Nombre de Jesús.
Bendito sea su Sacratísimo Corazón.
Bendita sea su Preciosísima Sangre.
Bendito sea Jesús en el Santísimo Sacramento
del Altar.
Bendito sea el Espíritu Santo Consolador.
Bendita sea la excelsa Madre de Dios,
María Santísima.
Bendita sea su Santa e Inmaculada
Concepción.
Bendita sea su gloriosa Asunción.
Bendito sea el Nombre de María, Virgen y
Madre.
Bendito sea San José, su castísimo esposo.
Bendito sea Dios, en sus Ángeles y en sus
Santos.
COMUNIÓN
ESPIRITUAL
Creo, Jesús mío,
que estás real
y verdaderamente en el cielo
y en el Santísimo Sacramento del Altar.
que estás real
y verdaderamente en el cielo
y en el Santísimo Sacramento del Altar.
Os amo sobre todas las cosas
y deseo vivamente recibirte
dentro de mi alma,
pero no pudiendo hacerlo
ahora sacramentalmente,
venid al menos
espiritualmente a mi corazón.
Y como si ya os hubiese recibido,
os abrazo y me uno del todo a Ti.
y deseo vivamente recibirte
dentro de mi alma,
pero no pudiendo hacerlo
ahora sacramentalmente,
venid al menos
espiritualmente a mi corazón.
Y como si ya os hubiese recibido,
os abrazo y me uno del todo a Ti.
Señor, no permitas que jamás me aparte
de Ti.
Amén
ORACIÓN
DE SANTO TOMÁS DE AQUINO
Te adoro con
fervor, deidad oculta, que estás bajo de estas formas escondidas; a ti mi
corazón se rinde entero, y desfallece todo si te mira. Se engaña en ti la
vista, el tacto, el gusto. Mas tu palabra engendra fe rendida; cuanto el Hijo
de Dios ha dicho, creo; pues no hay verdad cual la verdad divina. En la Cruz la
deidad estaba oculta. aquí la humanidad yace escondida; y ambas cosas creyendo
y confesando, imploro yo lo que imploraba el ladrón arrepentido. No veo, como
vio Tomás, tus llagas, mas por su Dios te aclama el alma mía: haz que siempre,
Señor, en ti yo crea, que espere en ti, que te ame sin medida. Oh memorial de
la pasión de Cristo, oh pan vivo que al hombre das la vida: concede que de ti
viva mi alma, y guste de tus célicas delicias. Jesús mío, pelícano piadoso, con
tu sangre mi pecho impuro limpia, que de tal sangre una gotita puede todo el
mundo salvar de su malicia. Jesús, a quien ahora miro oculto, cumple, Señor, lo
que mi pecho ansía: que a cara descubierta contemplándote, por siempre goce de
tu clara vista. Amén.
ORACIÓN
FINAL
Gracias, Jesús mío, por la bondad con que me habéis recibido y permitido gozar de vuestra presencia y compañía amorosas.
Me vuelvo a mis ocupaciones. Mi corazón queda contigo. En mi trabajo y en mis descansos me acordaré de Ti, y procuraré vivir con la dignidad que merece vuestra amistad divina.
Dadme vuestra bendición y concededme todas las gracias, que necesito, para amaros y serviros con la mayor fidelidad.
Bendice, Señor, a nuestro Santísimo Padre el Papa, vuestro Vicario en la tierra; ilumínale, santifícale y líbrale de todos sus enemigos.
Bendice a vuestra Iglesia Santa y haced que su luz brille en todas las naciones; y que los paganos conozcan y adoren al único verdadero Dios y a su Hijo Jesucristo.
Bendice a vuestros sacerdotes, santifícalos y multiplícalos.
Bendice y protege a España, nuestra nación.
Bendice a todos los hermanos, devotos y bienhechores de esta Hermandad Sacramental de la Flagelación y concédeles la bienaventuranza eterna.
Bendice a los que nos han ofendido y cólmalos de beneficios.
Bendice a todos nuestros familiares y haced que vivan todos en vuestra gracia y amistad y que un día nos reunamos en la Gloria.
Da el descanso eterno a todas las almas de los fieles difuntos que están en el Purgatorio.
Da la salud a los enfermos. Convierte a todos los pecadores. Danos a todos, vuestro divino amor, para que la fe que nos impide ahora ver vuestro santísimo rostro se convierta un día en luz esplendorosa en la Gloria, donde en unidad con el Padre y el Espíritu Santo te alabemos y bendigamos por los siglos de los siglos. Amén.
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