Comunicado Junta de Gobierno Hermandad Sacramental de San Joaquín

Estimados Hermanos,

Este Domingo de Ramos, como todos sabemos, va a ser diferente a todos los vividos en el seno
de nuestra Hermandad.

Este año no vamos a poder acompañar físicamente a Nuestros Titulares por las calles de nuestra
ciudad, no vamos a poder saludarnos unos a otros como todos los años dándonos un abrazo al
vernos un año más, ya sea vestidos de nazarenos, costaleros, capataces,…, digo físicamente
porque sabemos que espiritualmente y en vuestra mente a las seis y media de la tarde del
Domingo de Ramos se abrirán como siempre esas puertas de San Joaquín, y tras nuestro guion
saldremos todos para acompañar al Santísimo Cristo de la Flagelación y a María Santísima de la
Amargura en su caminar por la ciudad, porque todos sabemos que Ellos Dos en espíritu, van a
salir para bendecir a todos los portuenses, para darnos fuerzas y animo para luchar en estos
momentos tan difíciles.

Hoy es Domingo de Ramos, y un año más realizaremos la estación de penitencia. Una estación
de penitencia con el corazón, donde no oleremos a incienso o azahar. Una penitencia sin oír el
crujir de la madera cada vez que Nuestra Madre va al cielo en cada chicotá.

Un Domingo de Ramos sin nervios, sin mirar al cielo y que se nos encoja el corazón si aparece
alguna nube traicionera que trunque los sueños de todo un año. Este año, hermano, nos toca
reflexionar a cada uno, en nuestra oración, en nuestra soledad de una casa que durante este día se
convertirá en San Joaquín. Recemos porque todo vuelva a ser como antes. Para que los
profesionales que se está jugando la vida por nosotros vuelvan sanos a casa. Acordémonos de
todos los enfermos y de los que Jesús ha llamado a su lado.

Solo rogarte que, durante las horas de la Salida Procesional, y en especial cuando se produzca la
Estación de Penitencia en la Basílica Menor, que será a las 21:40 horas, reces en tu casa para que
se termine la pandemia global que estamos sufriendo.

Y no desfallezcas hermano, que pronto la Calle Cielos hará honor a su nombre para seguir
acogiendo un río blanco y negro de almas, llevando su fe por bandera. Si caemos, nos volvemos
a levantar, esperando un año más que Flagelao y Amargura crucen el dintel de la puerta,
volviendo a ser Domingo de Ramos.

Con un abrazo en el Señor de la Flagelación y su Madre, Maria de la Amargura, esperamos
volver a veros a todos reunidos en torno a Nuestros Titulares.

LA JUNTA DE GOBIERNO